La búsqueda de la satisfacción sexual tiene inhóspitos caminos.

El voyeur por ejemplo, es la persona que se excita a través de la observación, a escondidas, ve las personas desnudas o en pleno acto sexual y hace de este tipo de espectáculos algo imprescindible para gozar.

Tres verdades sobre los voyeristas:

    1.  No son personas peligrosas, normalmente prefieren el anonimato, no son agresivos en general.
    2. El retrato del voyerista queda grabado en diferentes películas: La ventana indiscreta, El Decamerón, Saló, El gran masturbador, etc.
    3. Esta conducta no es una enfermedad, es una respuesta psíquica del deseo, sin que pongan en riesgo su vida o la vida de terceros.

El voyeur por regla se limita a mirar, en el anonimato, gozando la fricción de otras personas.

 

La búsqueda de la satisfacción sexual tiene inhóspitos caminos. El voyeur por ejemplo, es la persona que se excita a través de la observación, a escondidas, ve las personas desnudas o en pleno acto sexual y hace de este tipo de espectáculos algo imprescindible para gozar. Tres verdades sobre los voyeristas:  No son personas peligrosas, […]