Manos quietas, ojos vendados
Nada más motivante que desear algo y no poder tenerlo, ¿cierto? Un orgasmo que se hace del rogar te sabrá (y le sabrá) mucho más rico. La idea es hacer lo que él quiera, pero SIN tocarlo. Pasa recorre su cuerpo con tus manos, tu cuerpo, una pluma, lo que sea, pero sin llegar a tocarlo. Para aumentar la intensidad trata vendándole los ojos. De esta forma será más fácil explotar sus sentidos dejando que la imaginación vuele.